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Desde el Centro Médico Psicológico San Martín te proponemos 3 pasos simples, que puedes probar a hacer para estar crecientemente motivado/a.
Todas las personas tenemos tres vidas, una pública (formada por los compañeros de trabajo, o contactos cercanos con los que pasamos bastante tiempo, pero mantenemos una relación superficial con ellos, sin llegar a intimar demasiado). Una vida privada (formada por amigos íntimos y familiares). Y una vida secreta (en ella se encuentran nuestros deseos, objetivos, valores. Es la esencia de nuestro ser).
Es muy importante IDENTIFICAR nuestros valores, porque gracias a ellos nos vamos a poder levantar por muchos obstáculos que encontremos en las otras dos vidas (la pública y la privada).
Tenemos que ser capaces de descubrir qué es lo que nos quita el sueño, en quien queremos convertirnos.
Cada persona desea conseguir un objetivo en la dirección de sus valores. Ese objetivo debe estar perfectamente claro y definida.
Aquí, es donde entra en escena la parte emotiva del ser humano, que es lo que nos empuja a actuar. Debemos escuchar nuestros sentimiento y emociones, permanecer en contacto con ellos para visualizar nuestro objetivo. Es importantísimo hacer recorridos mentales hacia adelante. Por supuesto que el hecho de imaginarnos esta visión de triunfo no nos garantiza que vaya a suceder en realidad. Pero si nos dará energía para nuestro trabajo diario.
La vida es una constante superación de pruebas, si tenemos esta visión bien definida, será más fácil superarlas y mantenernos con una motivación optima.
El éxito proviene de la realización de pequeñas y simples pasos importantes realizados cada día. De nada sirve que te esfuerces un día a la semana o solo de vez en cuando, todos los días tenemos que trabajar en aquello que consideramos realmente importante. Tenemos que ponernos un cartel en la mesilla que nos recuerde que el hoy, es la base del futuro.
También es primordial ser consciente de que a veces ser excelencia no es suficiente, no debemos castigarnos a nosotros mismos por no haber conseguido aquellos objetivos que en su día nos propusimos. Antes de conseguir el éxito se esconden grandes fracasos pero en el error se encuentra el aprendizaje. Si no lo intentas, no aprendes.