Nuestra Tienda

Hacer ejercicio es uno de los pilares fundamentales en que se basa el estilo de vida saludable, pero no a cualquier precio. Es importante que la actividad física se realice de forma responsable.

El reconocimiento médico deportivo, sirve como método de evaluar la salud cardiovascular y detectar las alteraciones que podrían poner en riesgo vital la salud del deportista, y es conveniente realizarlo para cualquier tipo de actividad, sobre todo las que conllevan un alto dinamismo e intensidad de esfuerzo.

Más allá de la controversia generada entre médicos expertos en cuanto a qué pruebas diagnósticas debería incluir una evaluación correcta del deportista, si que hay consenso en que es extraordinariamente importante identificar a aquellas personas con riesgo de muerte súbita cardiovascular (MSC), y ello justificaría incluir en los protocolos de evaluación médica las pruebas necesarias para conseguirlo.

En los protocolos de los reconocimientos deportivos habituales, que hoy parecen ser más un trámite burocrático exigido por un decreto, que una necesidad consciente del deportista o de sus tutores, en el caso de los chequeos a sus menores, se insiste en conocer los antecedentes patológicos y factores de riesgo relevantes de enfermedad cardiovascular en familiares cercanos y en el propio deportista, así como de aquellos síntomas y signos de enfermedad cardiovascular que pudieran constituir un peligro real para su salud. Paralelamente las exploraciones médicas complementarias tienen como fin sacar a la luz cualquier alteración incompatible o de riesgo con la práctica deportiva y además facilitar la evaluación consecuente de las adaptaciones cardiovasculares fisiológicas atribuidas al deporte (hipertrofia y dilatación cardiaca entre otras), diferenciándose así de aquellas causadas por enfermedades que se relacionan directamente con la MSC.

Además del electrocardiograma en reposo de 12 derivaciones, indispensable en los reconocimientos médicos deportivos, que permite detectar arritmias peligrosas, estimar el tamaño de las cavidades cardíacas y otras alteraciones sugestivas o premonitorias de MSC, la prueba de esfuerzo y el ecocardiograma son dos técnicas diagnósticas comúnmente utilizadas en la evaluación cardiovascular, que aportan información complementaria muy útil del estado de salud del corazón, de la anatomía y de la función cardiaca. Hoy haremos hincapié en el ecocardiograma, herramienta diagnóstica inseparable en el día a día de la consulta del cardiólogo, que va ganando cada vez más adeptos en la evaluación del corazón del deportista.

El ecocardiograma, al igual que la ecografía diagnóstica en otras áreas de la salud como la ginecobstetricia y recientemente la fisioterapia, es una técnica accesible, inocua, reproducible, de bajo coste, que puede realizarse en tiempo real y que la convierten en una herramienta que da certeza diagnóstica, mucha seguridad al médico y al paciente.

En la evaluación del exámen del deportista el ecocardiograma permite estudiar fielmente las causas y origen de los soplos cardíacos, las enfermedades que provocan alteraciones del grosor de las paredes y dilatación de las cavidades del corazón, las alteraciones de importantes vasos y arterias cardiacas, el estado y función de las válvulas ya sea que tengan dificultad para abrir o cerrar normalmente; patologías muchas veces asintomáticas que podrían relacionarse como causa de muerte inesperada y precoz en los deportistas.

El ecocardiograma permite además detectar enfermedades congénitas cardiacas, el origen anómalo de las arterias coronarias, detectar la presencia de aneurismas y alteraciones de la contractilidad de las paredes del corazón que anuncian zonas de infartos o riesgo de padecerlo, por sospecha de mala irrigación de sus arterias principales.

Es conveniente aclarar que la gran mayoría de las personas que realizan chequeos médicos deportivos considerados como normales, tendrán pocas probabilidades de tener una cardiopatía que ponga en peligro sus vidas. Aun así, en un bajo porcentaje pueden detectarse patologías de riesgo. Dado que el ecocardiograma aporta muchas luces en estos casos, para una evaluación cardiovascular completa e integral nuestra recomendación es que, “toda persona que comienza una práctica deportiva o aquella que la realiza regularmente debería considerarlo al menos una vez como parte del reconocimiento médico. Si además hablamos de deportistas que practican actividad física a alta intensidad y que el electrocardiograma rutinario muestra algunas de las adaptaciones fisiológicas al ejercicio, la realización de la ecografía cardiaca pudiera estaría más que justificada”.

En el caso concreto de los deportistas federados y en tanto no sea un requisito expreso del reconocimiento médico preparticipativo, los propios pacientes o familiares deberán ser informados de las particularidades y objetivo del examen y dar su consentimiento para su realización. Según las particularidades de cada deportista o la patología diagnosticada, será el médico quien proponga la periodicidad, tiempo y conveniencia de repetir las pruebas.

Con tal facilidad para su realización, en un reconocimiento médico básico donde pudieran existir algunas dudas, es preferible diagnosticar con certeza antes que intuir, garantizar seguridad antes que arriesgar, y esta facilidad la aporta la ecografía. Más temprano que tarde será una técnica rutinaria al alcance de todos, como es hoy el electrocardiograma, presente en cada consulta médica y quizá hasta en cada hogar. Los avances telemedicina van en la dirección de la autogestión de la salud, evitando la saturación de los centros asistenciales, buscando la comodidad del usuario y mejorando la rapidez y calidad en los diagnósticos.

Recuerda que tu corazón responde cuando lo cuidas y que un alto porcentaje de muerte súbita es evitable.

¡Conviértete el mejor deportista que puedes llegar a ser!¡Practica deporte responsable!