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El viejo no puede hacer lo que hace un joven; pero lo que hace es mejor.
(Cicerón)
Los años no perdonan, y con el paso del tiempo se pierden facultades para conducir, tanto físicas, como psíquicas. Muchas veces el problema de los conductores mayores surge por un exceso de confianza por los años de práctica, por haber hecho muchos kilómetros en su vida creyendo que la experiencia compensará los efectos del paso del tiempo, una salud más frágil o los despistes al disminuir la capacidad de la vista y el oído, como también la rapidez de reflejos y concentración, cansándose más al volante.
Si ya has cumplido 65 años sigue estos consejos para una conducción más segura:
Pero no todo es malo!!
Las personas mayores son prudentes, respetan las normas (si son conscientes de ello), no se drogan ni beben, utilizan el cinturón de seguridad, no conducen a mucha velocidad y, frecuentemente, son ellos mismos los que si notan alguna limitación física se ponen sus limitaciones como no conducir por la noche, recorridos conocidos o preparar con antelación.