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Cuando conducimos todos debemos ser conscientes de que un alto porcentaje de responsabilidad la tenemos nosotros mismos. Pero existen variables ajenas a nosotros que no podemos controlar. Esas variables pueden dar lugar a accidentes, y para que esto no pase, debemos estar en alerta. Se nos pueden presentar situaciones peligrosas en las que si no reaccionamos de forma adecuada, las consecuencias pueden ser irreparables.
¿Cómo reaccionar ante situaciones climáticas adversas, rotura de frenos, aparición de frente de un vehículo, animal…?
Nuestra reacción debe ser rápida y eficaz. Unos segundos pueden ser decisivos, y una toma errónea de decisiones nos puede llevar a unas consecuencias terribles. Por ello siempre tenemos que conducir atentos y en alerta por lo que pueda pasar. También debemos saber cómo reaccionar adecuadamente en cada situación.
Tener una base teórica sobre los posibles peligros, y la decisiones adecuadas a tomar, nos puede ayudar a reaccionar bien en esas situaciones.
Por ejemplo, ¿qué hacer si…?
Revienta un neumático
Si se oye un estallido, seguido de un fuerte tirón del volante hacia el lado de la rueda afectada, es casi seguro que un neumático ha reventado.
Lo primero en todas las circunstancias es mantener la calma, y no tocar el freno. Se debe sujetar con firmeza el volante con las dos manos y girar lo necesario para mantener recta la dirección del vehículo.
Continuar con el pie en el acelerador, pero levantándolo con suavidad.. Dejar que el motor vaya reteniendo el coche y cuándo este haya perdido velocidad, accionar el freno poco a poco.
Por último se debe buscar un lugar seguro y apartarse de la carretera para cambiar el neumático. (seguir las reglas de seguridad colocando los triángulos a la distancia reglamentaria)
Encuentras un obstáculo en la carretera
Si en dirección contraria circula un vehículo toque el claxon y encienda las luces. Si el conductor no reacciona a estas señales, gire hacia la derecha, aunque salga de la vía. Cualquier maniobra, aunque sea peligrosa es preferible a un choque frontal.
Si es un animal el que se encuentra en la carretera no frene bruscamente con la intención de evitarlo. Toque la bocina.
Si tu coche se incendia
Apague automáticamente el motor del coche y apártese a un lado de la carretera frenando el coche. Actúe con calma y saque a todos los ocupantes del vehículo. No eche nunca agua. Ante un foco de fuego colócate de espaldas al viento y a una distancia de un metro, a continuación dirige el chorro del extintor en zig.zag hacia la base de la llama
Si las llamas se acercan al depósito de gasolina aléjese rápidamente del coche para evitar riesgos de explosión.
Encuentras una placa de hielo
Si de repente te encuentras una placa de hielo sobre la calzada.
Utiliza una marcha larga que te permita circular entre 1.500 y 2.500 rpm para que los movimientos se transmitan con la máxima suavidad. Si tienes que frenar obligatoriamente, pisa con muchísima suavidad el pedal del freno.
Si el coche sobrevira, es decir, si el coche se va de atrás», gira el volante en sentido contrario. Por ejemplo, en una curva a la derecha, la parte trasera se va hacia el exterior de la curva, por lo que debes girar el volante hacia la izquierda hasta que el coche se coloque correctamente.
Una vez que haya recuperado la trayectoria, endereza el volante y acelera levemente para recuperar el control.
Es muy importante no frenar bruscamente, ya que perderemos el control del coche.
En definitiva, pueden surgir diferentes circunstancias que están fuera de nuestro control, como que la dirección o frenos no funcionen, que nos encontremos hielo en la calzada, sufrir un adelantamiento imprudente…pero si somos conscientes de ello, y vamos preparados, probablemente reaccionemos de manera adecuada y menos lesiva para nosotros y nuestros pasajeros.
Siempre circula con precaución, el destino puede esperar….